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El cuidado de hospicio ofrecido por Puerto Rico Hospice se enfoca en brindar un manejo experto de síntomas, así como comodidad y dignidad a pacientes que enfrentan una enfermedad que limita su vida, mientras proporciona apoyo integral a sus familiares. Esta organización se distingue por su enfoque compasivo, flexible e integral, adaptándose a las necesidades particulares de cada paciente y su familia. Su equipo de profesionales de la salud ofrece atención médica, psicológica y espiritual, asegurando que los pacientes atraviesen su condición con tranquilidad, bienestar y respeto. Además, Puerto Rico Hospice educa y empodera a las familias para tomar decisiones informadas, contribuyendo así a mejorar la calidad de la atención en el hogar y priorizando siempre la dignidad del paciente en esta etapa crítica de la vida.
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Cuidado a pacientes en etapa terminal
Un programa de hospicio (también conocido como cuidado paliativo o cuidado terminal) es un servicio de atención médica especializado diseñado para proporcionar cuidado compasivo y apoyo a personas con enfermedades terminales o que tienen un pronóstico de vida limitado. El objetivo principal del programa es mejorar la calidad de vida del paciente y brindar apoyo emocional y físico tanto al paciente como a sus familiares, en lugar de intentar curar la enfermedad.
Características clave de un programa de hospicio:
Cuidado enfocado en la comodidad:
Se centra en aliviar síntomas como el dolor, la fatiga, las náuseas y la dificultad para respirar.
Proporciona control del dolor y otros cuidados paliativos.
Enfermedad terminal:
Está dirigido a personas con una expectativa de vida corta (generalmente de 6 meses o menos según el pronóstico médico).
Multidisciplinario:
Un equipo de profesionales de la salud, como médicos, enfermeros, trabajadores sociales, capellanes y voluntarios, trabajan en conjunto.
También se brinda apoyo emocional y espiritual.
Apoyo a la familia:
Se ofrece apoyo emocional y asesoría a los seres queridos durante el proceso de cuidado y el duelo posterior.
Lugar de atención flexible:
El programa puede desarrollarse en el hogar del paciente, en hospitales, centros de hospicio especializados o en residencias asistidas.
Objetivos del hospicio:
Proporcionar dignidad y paz en la etapa final de la vida.
Evitar hospitalizaciones innecesarias.
Atender las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales del paciente y su familia.
Acompañar a la familia en el proceso de duelo después del fallecimiento del paciente.
Personas con enfermedades crónicas avanzadas como cáncer terminal, insuficiencia cardíaca avanzada, enfermedades pulmonares, enfermedades neurodegenerativas (como la esclerosis lateral amiotrófica o demencia avanzada), entre otras.
En resumen, un programa de hospicio ofrece cuidado humanitario y apoyo integral a quienes enfrentan el final de la vida, asegurando que este proceso se viva de la manera más cómoda y digna posible.